martes, 24 de mayo de 2016

¿Por dónde empiezo?

Contemplando el mapa de Australia se ve sin dificultad que es un país inmenso, enorme, descomunal. Tal vez esta proyección ortogonal no lo parezca pero cualquier mapa que miremos tras una búsqueda por Internet nos revelará la dimensión del país.

Australia with AAT (orthographic projection)


Sabemos tan poco del mismo, debido en gran parte a su situación en la Tierra, tan lejano a nosotros, que nos quedamos -como casi siempre- en los tópicos. Tiene mucho desierto. La vida está en la costa, toda ella. Seguro que a poco que profundice, encontraré mil y una opciones en cada una de las provincias en las que se divide administrativamente el país (de oeste a este): Australia Occidental, Australia Norte, Australia Sur, Queensland, Nueva Gales del Sur, Victoria y Tasmania.

Llama poderosamente la atención las extensiones de tierra tan desiguales que tiene cada una de las indicadas divisiones. Posiblemente cada una de ellas por sí sola sería superior a la que tiene España. No puedo resistirme a comprobarlo.

En el caso de Australia Occidental, la información oficial que he localizado indica que tiene una superficie de 2'5 mill. km2. Para Australia Norte, la superficie es de 1'3 mill. km2. En el caso de Australia Sur, más de 978.000 km2. El territorio que ocupa Queensland es de 1'7 mill. km2. Corresponde a Nueva Gales del Sur una porción de más de 800.000 km2. La cuota territorial de Victoria llega hasta más de 227.000 km2. Finalmente el territorio de Tasmania alcanza más de 64.000 km2.

Nuestro querido país tiene una superficie aproximada de más de 504.000 km2 lo que nos permite ir haciendo algunas rápidas comparaciones. Podríamos ser un territorio más de Australia, situándonos sólo por delante de Victoria y Tasmania. Alucinante.

Los trámites previos siempre son necesarios. En este caso, como en otros destinos, la documentación para viajar no conviene descuidarla. Obligado resulta acudir a las instancias oficiales para obtener la documentación adecuada. Nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores tiene una completa guía en la materia con todas las cuestiones que pueden surgirte tanto antes de viajar como una vez que estés en el destino. Para el caso concreto de Australia en este enlace tenemos las recomendaciones que nuestro Gobierno realiza. También tenemos la opción de buscar la información directamente en las instancias del país de destino, pero es posible que el idioma de las citadas páginas se vuelva un problema añadido.

En mi caso en principio no tendría muchos problemas en este aspecto porque mi viaje sería de ocio y sin más pretensiones que conocer este inmenso país con forma de gigantesca isla. El primer problema sería saber el destino inicial en el que desembarcar y planificar los posteriores destinos. Un segundo problema estaría en el tiempo necesario para hacer un 'viaje decente', y no es ésta una expresión elegida al azar. Si tenemos en cuenta que el vuelo de ida y el de vuelta acumulan -como poco- unas treinta y seis horas (día y medio), es evidente que lo mínimo sería planificar un viaje de dos semanas sabiendo que pierdes día y medio en idas y venidas, sin olvidar el correspondiente jet lag que en este caso sería muy importante al cruzar varios husos horarios hasta situarte en la otra punta del planeta. El tercer problema es tan evidente que no lo comentaré en exceso. El coste del viaje y los gastos a realizar durante la estancia. Omitiré cifras para no desanimarme, pero soy consciente de que se tratará de una suma importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario